Integrando gestalt, coaching y sistémica

Cada día me resulta más difícil definir con una palabra mi contribución, mi trabajo: ¿Qué hago, qué ofrezco? psicóloga, terapeuta, coach transformacional, coach sistémica, consteladora….realmente soy todo eso y al mismo tiempo nada de eso. En realidad no “soy”, sino que cada una de estas disciplinas está integrándose en mi y siento que está emergiendo una forma de hacer que integra a todas y tiene entidad propia aunque no tiene nombre.
Y ¿qué es lo que sí soy? Una persona a la que le apasiona la vida y las personas y los sistemas a los que pertenecemos, que conformamos (y nos conforman); soy alguien que quiere poner su granito de arena en desarrollar una sociedad más consciente de sí misma, con personas más completas, conectadas con su sabiduría y fuerza y con consciencia de lo colectivo. Y para ello pongo al servicio lo sabio de mi propia experiencia, y mis conocimientos y aprendizajes. (Me encantaría decir todo esto en una palabra, pero no sé cómo..)
¿Y cómo veo la integración de estas disciplinas que emergen como una forma de hacer? La visualizo como un árbol donde hay unas raíces comunes compartidas y sólidas ; unas raíces a través de las cuales llega una savia muy “sabia”, conectada con un conocimiento profundo y antiguo. Esa savia trae: la presencia, la auto-responsabilidad, la toma de conciencia, el aquí y ahora, el vacío creativo, fluir en los procesos y el cambio, lo obvio vs lo imaginado, lo individual y lo colectivo, la integración de los opuestos, la aceptación como clave de la transformación, la persona como cuerpo, emoción, lenguaje y espiritualidad, la especie humana como un “organismo” en evolución colectiva.
Y este árbol tiene 3 ramas gruesas con miradas/aportaciones de la gestalt, el coaching y la sistémica.
Gestalt: Con el foco en lo individual, en la persona como sistema con sus partes o elementos intrapersonales que están en constante interacción y comunicación; amplifica la conexión con el cuerpo y las emociones y trabaja la vivencia del presente/pasado (cerrando asuntos inconclusos que interfieren en la actualidad).
Coaching: Con el foco más al presente/futuro abriendo nuevas posibilidades de acción en el mundo, centrado en los recursos más que en las debilidades y poniendo una mirada luminosa. Dando un lugar primordial al poder del pensamiento y el lenguaje como generador de realidades y mirando a la persona como ser relacional e inmerso en sistemas a los que pertenece y con los que mantiene una relación de influencia mutua e inevitable.
Sistémica: con el foco en los sistemas a los que pertenecemos, los sistemas como “organismos” con su propia identidad y dinámicas, que nos constituyen y condicionan nuestra forma de vivir y accionar. Permite trabajar con la persona en relación a su sistema familiar o cualquier otro sistema: equipo, organización, comunidad… A nivel temporal, integrando pasado/presente/futuro.
Además de estas, en el árbol hay otras ramas más finas que traen experiencias de otras disciplinas y que de alguna manera también forman parte . Todo está conectado, las partes contienen al todo y viceversa. Y además el árbol está unido a la tierra y a otros árboles desde los cuales pueden ir llegando nueva savia y nuevas semillas para seguir transformándose y creciendo.
Lo importante no es su nombre, lo que importa es al servicio de qué está: al servicio de la vida.
Virginia Espin