Presencia desde el cuerpo, de vuelta al hogar

Nuestro cuerpo presente nos informa de lo que esta ocurriendo, una mente presente es más poderosa.
Redactar este artículo sobre la presencia contiene una paradoja, tanto para escribir como para leer o reflexionar usamos el lado izquierdo de nuestro cerebro y la presencia consiste, precisamente, en rebajar el uso de este hemisferio.
Cuando reducimos la velocidad y cantidad de pensamientos atenuamos a la vez las “historias”, como la opinión o las expectativas, que nos contamos sobre lo que está aconteciendo. Sin embargo, en la actividad neuronal del hemisferio derecho nos resultará más fácil reconocer la vida verdaderamente tangible, el ahora y el aquí.
Permíteme que te recuerde algo obvio, todo lo que nos ocurre sucede en este instante, en ninguno otro. Cuando recuerdas algo, aconteció en el pasado, ahora está siendo una reconstrucción, si va a ser en el futuro, aún no es. La vida nos está atravesando ahora… escucha tu cuerpo, tu respiración, ¿la reconoces?
La parte racional de nuestro cerebro izquierdo es un mecanismo fantástico, es capaz de proyectar y resolver complejos cálculos, es a la vez como un vigilante cuidador fiel de nuestros intereses. Observa que la mente acostumbra a trabajar independiente, fabricando pensamientos automáticos inconscientes, quizás de posibilidades que se abren o se cierran o de lo que está faltando, de si tenemos o no la razón, de expectativas o de miedos.
Imagina que tu brazo se mueve sólo, sin control, yendo y viniendo a su antojo en descoordinación con el resto del cuerpo, dando golpes y haciendo gestos involuntarios según le plazca ¿no sería esto absurdo? Pues tu cerebro lo hace sin cesary muchos de nosotros ni si quiera le prestamos atención cuando ocurre, nos dejamos llevar por esos “espasmos cerebrales involuntarios”, no solo no le prestamos atención, sino que además nos creemos ciertos esos pensamientos, sin reconocer de donde vienen realmente, ni para que pensamos así.
Te propongo justo ese darte cuenta, para eso conversamos hoy, trata de reconocer los pensamientos que estás teniendo ahora, mientras lees este artículo, ¿qué estás pensando? ¿te conecta con algo que ya conocías? ¿qué emoción estas sintiendo? Esta observación de tu actividad mental es una forma de las muchas formas que hay de meditar.
Ahora si te apetece lo podemos trasladar al cuerpo, ¿qué indican tus sensores corporales en este momento? Por ejemplo, … ¿cómo están tus hombros, tus mandíbulas, tu rostro? Observando y sintiendo tu cuerpo ¿puedes reconocer que predisposición corporal a que acción tienes, como te está influyendo este escrito, que te ocurre?
Para mí, es mucho más sencillo atender al cuerpo y desde ahí llegar a la presencia que hacerlo en posición estática y tratando de “analizar” los pensamientos o tratar de no pensar. Y es que, tal y como comentábamos en el artículo de este mismo blog, la mirada apreciaba, cuando nos concentramos en algo soltamos la atención de otras cosas, por eso, prestando atención al cuerpo aumenta la percepción rebajando el pensamiento, sin esfuerzo y sin montones de instrucciones.
Juega un poco con esto, hazlo ahora mismo mientras lees, ¿cómo es tu respiración? Siente la profundidad, la cadencia, sin modificarlo, tan sólo observa…hazlo por un rato… ¿qué dura más tiempo, la expiración o la inspiración?, permanece aquí apreciando la entrada y salida del aire… sólo respira y siente… si te apetece puedes observar la foto en sus detalles mientras sigues respirando…
Y dime, ¿cómo es hora la velocidad de tus pensamientos?
Mi “para qué” de la presencia…
Reconoce este estado en ti, cuando realizas una tarea con todo tu ser al 100% , esas veces en las que te encuentras en concentración e inspiración, la “musa” de los artistas, estar “concentrado” de los estudiantes o de los deportistas, desde la paz interior, el no tiempo, en la no opinión, tan solo haciendo y estando en el aquí y ahora.
Y es que si rebajas el pensamiento tu cerebro trabajará más libre, compensado, volviéndose así más poderoso, permitiendo que ocurran las sinergias entre ambos hemisferios, logrando una simbiosis de ideas con datos e intuición, accederás a la creatividad, lo harás en paz, conscientemente. Es un estado meditativo en acción.
En ocasiones escucho la meditación como un “evadirse de”, meditar no se trata de evitar por ejemplo la rabia, la tristeza, o la situación que no nos gusta, evadirse es muy útil, si, y no es presencia. Hablamos de lo contrario, de atención y consciencia, de darse cuenta de lo que ocurre, escucharnos profundamente, entendernos para así lograr un actuar adecuado y consciente.
Tu cuerpo es una enorme antena llena de receptores, prueba a parar y escuchar, verás que el vuelo alocado de la mente descansa cuando se apoya en el cuerpo. Regresar de los pensamientos al cuerpo, es como una vuelta al hogar, a tu sentir, recuperando la confianza y la seguridad que aporta ese espacio íntimo de paz interior.
Y si deseas ganar presencia aquí tienes mi propuesta corporal para hacerlo y recuerda que es la repetición la que genera hábito.
#Corporal #GranAngular
Etiquetas: Aquí y Ahora, Coaching, Coaching corporal, Gran Angular, Manu Aduna, Presencia